William Shakespeare (1564 - 1616)
Se cree que nació el 23 de abril de 1564 en Stratfordon Avon, que es ahora un museo shakesperiano. Tercero de ocho hermanos, fue el primer hijo varón de un comerciante y de Mary Arden, hija a su vez de un terrateniente católico. Estudió en la escuela de su localidad y, como primogénito varón, estaba destinado a suceder a su padre en los negocios, que fue concejal, traficaba en guantes, en cuero, en madera y en trigo. Habría cursado durante unos seis años Grammar school o escuela primaria, cuya materia básica era el latín, aunque tuvo que ponerse a trabajar como aprendiz de carnicero por la difícil situación económica que atravesaba su padre.
En 1582 contrae matrimonio con Anne Hathaway, hija de un granjero, con la que tuvo una hija, Susanna, en 1583, y dos mellizos -un niño, que murió a los 11 años de edad, y una niña- en 1585. Al parecer, hubo de abandonar Stratford ya que le sorprendieron cazando furtivamente en las propiedades del juez de paz de la ciudad. Se cree que llegó a Londres hacia 1588 y, cuatro años más adelante, ya había logrado un notable éxito como dramaturgo y actor teatral.
Tuvo el mecenazgo de Henry Wriothesley, tercer conde de Southampton. La publicación de dos poemas eróticos Venus y Adonis (1593) y La violación de Lucrecia (1594), y de sus Sonetos (editados en 1609) le dieron la reputación de brillante poeta. En Londres compartió los beneficios de la compañía teatral en la que actuaba, la Chamberlain's Men, más tarde llamada King's Men, y de los dos teatros que ésta poseía, The Globe y Blackfriars.
Sus obras fueron representadas en la corte de la reina Isabel I y del rey Jacobo I. Sus primeras obras teatrales, poseían un alto grado de formalidad y resultaban predecibles y amaneradas. Enrique VI, Primera, Segunda y Tercera parte (hacia 1590-1592) y Ricardo III (hacia 1593), tratan de las consecuencias que para el país tuvo la falta de un liderazgo fuerte. El ciclo se cierra con la muerte de Ricardo III y la subida al trono de Enrique VII, fundador de la dinastía Tudor, a la que pertenecía la reina Isabel. Contienen referencias al teatro medieval y a las obras de los primeros dramaturgos isabelinos, en especial Christopher Marlowe, a través de los cuales conoció las obras del dramaturgo clásico latino Séneca. La influencia se manifiesta en sus numerosas escenas sangrientas y en su lenguaje colorista y redundante, especialmente perceptible en Tito Andrónico (1594), una tragedia poblada de venganzas.
En este primer periodo escribió numerosas comedias, entre las cuales cabe resaltar La comedia de las equivocaciones (hacia 1592), una farsa sobre los errores de identidad que provocan dos parejas de gemelos y los equívocos que se producen respecto al amor y a la guerra. El carácter de farsa ya no resulta tan evidente en La doma de la bravía (hacia 1593), una comedia de caracteres. Por otro lado, Los dos hidalgos de Verona (hacia 1594) basa su atractivo en el uso del amor idílico, mientras que Trabajos de amor perdidos (hacia 1594) satiriza los amores de sus personajes masculinos.
Escribió algunas de sus obras más importantes relacionadas con la historia inglesa y las denominadas comedias alegres, así como dos de sus mejores tragedias. Entre las primeras cabe destacar Ricardo II (hacia 1595), Enrique IV, Primera y segunda parte (hacia 1597) y Enrique V (hacia 1598), que cubren un periodo de tiempo inmediatamente anterior al de su Enrique VI.
Entre las comedias de este periodo sobresale Sueño de una noche de verano (hacia 1595), una obra plagada de fantasía en la que se entremezclan varios hilos argumentales. En El mercader de Venecia (hacia 1596), se puede encontrar otra sutil evocación de atmósferas exóticas similar a la de la obra anterior. La comedia Mucho ruido y pocas nueces (hacia 1599) deforma, según la opinión de muchos críticos, en el tratamiento un tanto insensible, a los personajes femeninos. Sin embargo, las comedias de madurez Como gustéis (hacia 1600) y Noche de Epifanía (hacia 1600) se caracterizan por su lirismo, su ambigüedad y por el atractivo de sus bellas heroínas. En Como gustéis, describe el contraste entre las refinadas costumbres de la corte isabelina y las de las áreas rurales del país y construyó una compleja trama argumental basada en las relaciones entre la realidad y la ficción. Otra de las comedias de este segundo periodo, Las alegres casadas de Windsor (hacia 1599), es una farsa sobre la vida de la clase media.
Dos tragedias, muy distintas entre sí por su naturaleza, marcan el comienzo y el final de este segundo periodo. Por un lado, Romeo y Julieta (hacia 1595) pone en escena el trágico destino de dos amantes, forjado por la enemistad de sus familias. Por el otro, Julio César (hacia 1599) es una tragedia sobre la rivalidad política. Hamlet (hacia 1601), su obra más universal, va más allá de las otras tragedias centradas en la venganza, pues retrata la mezcla de gloria y sordidez que caracteriza la naturaleza humana. Otelo, el moro de Venecia (hacia 1604) expone el surgir y el expandirse de unos injustificados celos en el corazón del protagonista, un moro que es el general del ejército veneciano.
El rey Lear (hacia 1605), concebido en un tono más épico, describe las consecuencias de la irresponsabilidad y los errores de juicio de Lear, dominador de la antigua Bretaña, y de su consejero, el duque de Gloucester. Antonio y Cleopatra (hacia 1606), se centra en otro tipo de amor, la pasión del general romano Marco Antonio por Cleopatra, reina de Egipto, glorificada por algunos de los versos más sensuales de toda la producción shakespeariana. Macbeth (hacia 1606), describe el proceso de un hombre bueno que sucumbe a la ambición y llega hasta el asesinato. Troilo y Cressida (hacia 1602), pone de manifiesto el abismo entre lo ideal y lo real, y en Coriolano (hacia 1608), el romano Cayo Marcio Coriolano es incapaz de seducir a las masas. Timón de Atenas (hacia 1608) narra la historia de un personaje reducido a la misantropía. A buen fin no hay mal principio (hacia 1602) y Medida por medida (hacia 1604) cuestionan la moral oficial. La tragicomedia romántica Pericles, príncipe de Tiro (hacia 1608), muestra a un personaje abatido por la pérdida de su esposa y por la persecución de su hija. En Cimbelino (hacia 1610) y El cuento de invierno (hacia 1610), los personajes soportan también grandes sufrimientos aunque al final consiguen la felicidad. La tempestad (hacia 1611), otra tragicomedia expone los efectos de la alianza entre la sabiduría y el poder.
El drama histórico Enrique VIII (hacia 1613) y Los dos nobles caballeros (hacia 1613 y publicada en 1634), atribuidas a Shakespeare, parecen ser más bien fruto de su colaboración con John Fletcher.
En 1610 retornó a su pueblo natal. Había cumplido uno de sus muchos propósitos, lograr una fortuna. Las metáforas de carácter legal (When to the Sessions of sweet silent thought / I summon up remembrance of things past.) abundan curiosamente en su obra; hasta la fecha de su muerte Shakespeare se dedicó a litigios con los vecinos.
No se le ocurrió entregar a la imprenta su vasta obra dispersa; Thomas De Quincey conjetura que para Shakespeare, la representación teatral era la verdadera publicidad, no la impresión de un texto. Poco antes de morir había hecho su testamento; se habla de muebles y de inmuebles, pero no se menciona un solo libro.
Murió el 23 de abril de 1616, acaso el mismo día de su cumpleaños. Por esta fecha murió Cervantes en Madrid; sin duda, ninguno de los dos oyó hablar del otro.
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