martes, 22 de marzo de 2011

Uroboros (Hen To Pan)


La serpiente mitológica Uroboros, proviene del griego “ουροβóρος” símbolo ancestral que nos muestra a una serpiente o un dragón engullendo su propia cola y formando así un círculo infinito.El eterno retorno presente en Uroboros nos señala el concepto transitorio de todas las cosas, que comienzan una vez concluidas, y que nunca desaparecen, solo cambian en forma perpetua, en un ciclo eterno de creación y destrucción. En una visión más amplia simboliza la continuidad de la vida después del periodo cíclico que es la muerte.



Probablemente sea el símbolo más antiguo el que tenemos ante nosotros. Su primera aparición data de un antiguo texto de Alejandría en el siglo II, en un tratado alquímico de nombre (Chrysopoeia) «fabricación del oro» Para ya dar paso a su masificación masiva, en al antiguo Egipto en los sarcófagos del Imperio Nuevo, como en el Libro de los Muertos, indicando el curso cósmico en un tiempo infinito; como símbolo de la eternidad fue adoptado también por la francmasonería, pero también se encuentra en el arte sepulcral cristiano, en el arte del Benín, el Codex Marcianus, y en el Book of Lambspring, entre otros. Utilizando recurrente mente como símbolo alquímico, simboliza, la naturaleza circular de la obra del alquimista que une los opuestos, lo consiente y lo inconsciente, siendo igualmente un símbolo de purificación que representa los ciclos eternos de vida y muerte.
“El Uroboros representa el «círculo» en su materialización en la figura del animal del interminable reanudación , pues sugiere que al fin le corresponde un nuevo comienzo en constante repetición, que el final de un camino o de un proceso significa un nuevo principio; de la imagen del círculo del animal que se cierra, resulta una expresiva metáfora de una repetición cíclica que significa la circulación de los tiempos, el fin de los mundos y nuevas creaciones, del morir y del renacer, en síntesis: la eternidad, ya simbolizada de antemano por el simple círculo”.



Sabemos que la serpiente al cambiar de piel se rejuvenece constantemente, es el símbolo más significativo y complejo de todos los símbolos animales, y tal vez el más antiguo: combina lo masculino y lo femenino, es la fuerza primitiva de la vida, emblema de la divinidad creadora misma. El dragón es la personificación reptiliana del poder primordial, sinónimo frecuente de la serpiente en el mito y la leyenda, por ejemplo en Grecia y China se les llamaba drakonates a las serpientes grandes. Los dragones aparecen en múltiples narraciones como guardianes vinculados al inframundo y al conocimiento de los oráculos. El Uroboros representa el «círculo» en su materialización en la figura del animal del eterno retorno , pues sugiere que al fin le corresponde un nuevo comienzo en constante repetición, que el final de un camino o de un proceso significa un nuevo principio; de la imagen del círculo del animal que se cierra, resulta una expresiva metáfora de una repetición cíclica que significa la circulación de los tiempos, el fin de los mundos y nuevas creaciones, del morir y del renacer, en síntesis: la eternidad, ya simbolizada de antemano por el simple círculo.


En alguna ilustraciones antiguas, Uroboros aparece complementado con la inscripción griega... εν το παν (hen to pan), Todo es uno. Y representado con un matiz de color, dejando una mitad más clara y otra oscura. En los manuscritos de antigua alquimia, Uroboros posee la mitad negra símbolo de la tierra, en comunión con la otra mitad blanca moteada de puntos que representan las estrellas, el cielo. Haciéndonos recordar, los símbolos orientales del Yin Yang que representan el Bien y el Mal, principio y fin, Luz y oscuridad. Y de todos los valores opuestos.

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