lunes, 14 de marzo de 2011

Minotauro

Asterión nombre del Minotauro, tiene su comienzo, cuando Minos pide a Poseidón (Dios del mar) enviar un toro de las profundidades del océano para ser proclamado como nuevo rey de Creta. Como agradecimiento Minos promete sacrificar al animal en su honor, pero en el transcurso del tiempo y al ver la magnificencia del animal, declina sacrificarlo. Después de esta decisión. Pasífae (hija del sol) se enamora del toro. Engendrando un hijo mitad toro, mitad hombre: El Minotauro.



El Minotauro solo comía carne humana y conforme crecía se volvía más inhóspita su personalidad humana y más se acrecentaba su lado salvaje. En un momento dado, la creatura mitad toro mitad humano, se torno incontrolable. Minos ordena a Dédalos construir una jaula gigantesca de la cual no pudiera escapar. Dédalo entonces construye el laberinto, una estructura gigantesca, compuesta por cantidades incontables de pasillos que iban en distintas direcciones, entrecruzándose entre ellos, de los cuales solo uno conducía al centro de la estructura, donde el Minotauro yacía.
A la par que el laberinto encerraba al Minotauro, uno de los hijos de Minos, Androgeo, fue asesinado en Atenas después de una competición olímpica donde quedó campeón. El rey de Creta declaró la guerra a los atenienses y a su rey, Egeo. Minos atacó el territorio ateniense y, ayudado por la peste que azotó a los asediados, conquistó Megara e hizo rendir a Atenas La victoria de Minos imponía varias condiciones por la rendición. En vista a esto. El oráculo de Delfos, quien en ese tiempo era casi considerado como casi un Dios, por sus dones de clarividencia, aconseja a los atenienses entregarles un tributo a Creta. Así se pacta entregar siete jóvenes y siete doncellas como sacrificio al Minotauro. (Existen dos versiones conocidas acerca de la frecuencia de este tributo. Uno dice que catorce vírgenes eran enviadas anualmente, en cambio su otra versión dice que los 14 jóvenes eran enviados cada nueve años). Donde vagaban perdidos, hasta encontrarse con su anfitrión y ser devorados.
Tiempo después impuesto el castigo a los atenienses. Teseo (hijo de Egeo) se dispone a matar al Minotauro cansado de las abominaciones cometidas contra los jóvenes y doncellas de Atenas, entonces se ofrece a dar muerte al monstruo. Al llegar a Creta Teseo conoce a Ariadna hija de Minos, quien se enamoro de él. Ariadna con la ayuda de Dédalo pensaron en una argucia para que su amado pueda escapar con vida, la solución fue un puñal mágico con el cual podría atravesar el corazón del Minotauro. Y el llamado Hilo de Ariadna, que no es más que una madeja de hilo que ella sujetaría en la entrada del laberinto mientras él recorría con la otra punta para encontrar el camino de vuelta pues nadie antes había conseguido salir. Desenvolviendo el ovillo de lana, Teseo recorre durante horas el laberinto, hasta que se enfrenta con la bestia, después de una lucha ardua y extenuante logra atravesar el corazón del monstruo con el puñal mágico, dándole muerte.
Teseo toma rumbo el viaje de vuelta a su casa, donde su padre esperaba un barco con banderas blancas izadas pues las negras estaban para ir a la isla de Creta con los desdichados a bordo y por esto significaban muerte. Al volver, Teseo olvidó cambiar las velas negras de su nave e izar las blancas, signo de la victoria. Su padre Egeo, al ver las velas negras, pensó que su hijo había muerto y se arrojó al mar que, desde entonces, lleva su nombre: Mar Egeo.
Lectura recomendada: Jorge Luis Borges elaboró una recreación poética del mito en su cuento La casa de Asterión. También este mismo autor tiene un poema que describe esta misma historia y que se denomina: "El hilo de la fábula".

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